GRATITUD
Y RESPETO A TODAS LAS MUJERES DEL PERÚ
En el día internacional de la
Mujer quiero dirigir mi saludo, gratitud y reconocimiento especial a todas las
mujeres del mundo, a la madre, esposa,
hija, hermana, consagrada, de manera particular a las mujeres
trabajadoras de nuestro querido Perú, quienes con la intuición propia de su femineidad enriquecen la
comprensión del mundo y contribuyen a la estabilidad y progreso de las familias
y de las relaciones humanas.
Doy gracias a Dios por su designio de amor sobre la mujer,
por su especial peculiaridad que se
manifiesta en ternura, esfuerzo, generosidad, fidelidad y heroísmo; y que
encuentra su más profunda identidad en la realización de sus propios proyectos
y en la consolidación de la familia, célula fundamental y motor de la sociedad.
Debemos reconocer que somos
herederos de una historia de enormes condicionamientos
que han hecho difícil el camino de la mujer, en ocasiones
despreciada en su dignidad, olvidada en sus prerrogativas, marginada
frecuentemente e incluso reducida a esclavitud.
Es la hora de mirar con valentía y reconocer cómo las mujeres
han contribuido no menos que los varones a nuestro desarrollo, y la mayor parte
de las veces en condiciones bastante más adversas, partiendo con desventaja,
excluidas a menudo de una educación igual, expuestas a la infravaloración, al
desconocimiento e incluso al despojo de su aportación intelectual.
Debemos reconocer que aún falta mucho
para brindar el verdadero sitial que le corresponde en la sociedad, por lo que
es necesario liberarla de toda forma de violencia, discriminación y exclusión; por
eso invito a las autoridades a fomentar el respeto a su dignidad en todas las
instancias de la vida social, a preservar su integridad y castigar con todo el
peso de la ley a quienes atenten contra su vida. De esta forma iremos logrando que
la paz social que tanto reclamamos llegue también a ellas.
En agradecimiento a todo el bien
que han realizado y están realizando por sus familias y la humanidad, invoco a
todas los fieles, a las personas de buena voluntad y a todas las instituciones
públicas y privadas, a trabajar
intensamente para devolver a las mujeres el lugar que le dio la Providencia en
su designio creador y redentor.
Pido
a María Santísima, modelo de mujer virtuosa, bendiga a la mujer peruana,
riqueza espiritual y moral de nuestro pueblo y podamos enriquecernos de la
belleza espiritual con que Dios la ha dotado.
Trujillo, 08 de Marzo
del 2012.
+ MIGUEL CABREJOS
VIDARTE, O.F.M.
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