LA NAVIDAD ES CELEBRAR LA VIDA
La Palabra se hizo niño y nació para darnos Vida |
1.
La
navidad es la fiesta más humana de la fe, porque nos hace concebir de la manera
más profunda la humanidad de Dios. Es un “Dios con nosotros”, un Dios en quien
tenemos confianza, porque viene a nuestro encuentro como un Niño. Por eso, al
acercarse la Navidad, reflexionemos sobre este acontecimiento que seguirá
marcando la historia de la humanidad.
2.
En
estos tiempos en que la sociedad privilegia lo inmediato, lo tangible, lo
material, volvamos nuestra mirada a Jesús que nace en Belén, para manifestar el
infinito amor de Dios por el hombre, al tomar nuestra naturaleza humana. San
Francisco de Asís decía que la Navidad es la fiesta de las fiestas, porque es
el día en el cual Dios, hecho pequeño niño, habría tomado leche de un seno
materno. La Navidad es tiempo para celebrar la vida y para dirigir nuestra
mirada hacia los más débiles e indefensos, para mostrar también nuestro rostro
humano, así como Él lo hizo. No olvidemos nunca que un niño es el fruto de la
vida, es el fruto del árbol de la vida.
3.
La
vida es el primer derecho de todos y, en consecuencia, debe estar por encima de
cualquier otro valor social, económico, psicológico, afectivo, sanitario y
familiar. Así lo consagra nuestra Constitución cuando dice: “la vida humana es
el bien supremo de la Sociedad y del Estado, y el Estado tiene la obligación de
protegerla” (Art.1°), por eso el Estado
tiene la responsabilidad de proteger la vida desde el momento de la concepción
hasta la muerte natural.
4.
Este
tiempo es también para reflexionar sobre la necesidad de proteger al no nacido.
Ser embrión, feto, niño o adulto es una misma cadena que nos une al punto donde
aparece la imagen de Dios que es vida y da la vida a todas y a cada una de las
personas. Una sociedad que no asegura la vida de los no nacidos es una sociedad
que vive como una tragedia su misión fundamental: dar, reconocer, proteger y promover
la vida de todos. Ninguna circunstancia, por dramática que sea, puede
justificar suprimir la vida, especialmente de un no nacido porque es el más
frágil e indefenso.
5.
Defender la vida
es también protegerla. Jesús, Dios hecho niño, no solo experimentó el amor de
María y de José sino también su cuidadosa protección que le ofrecieron como
familia y de familia exiliada en Egipto. Lamentablemente se dan innumerables atentados y violaciones contra
los derechos de las niñas y niños, muchos de ellos cometidos salvajemente por
sus propios padres y miembros de la propia familia. La pregunta es: ¿si
fuéramos niños hoy, esto es lo que desearíamos que nos sucediera? Dice el
evangelio de Mateo “Si no llegan a ser como niños, no entrarán en el reino de
los cielos”.
6.
Los
Obispos de América Latina en “Aparecida” hemos subrayado que “la niñez, hoy en
día, debe ser destinataria de una acción prioritaria de la Iglesia, de la
Familia y de las instituciones del Estado, tanto por las posibilidades que
ofrece como por la vulnerabilidad a la que se encuentra expuesta” (n. 438). Por
eso, en este contexto navideño, hacemos una invocación para que, desde el
respeto a la dignidad de todo niño y niña, se generen en las instituciones
públicas y privadas, compromisos concretos que ayuden a consolidar la familia
como célula básica de la sociedad, se les brinde el acceso a los cuidados de la
salud y los medios necesarios para una educación conveniente y así les
ofrezcamos un futuro de alegría y esperanza.
7.
Que
el niño Jesús nos ayude a amar y defender la vida, a cuidar y defender a todo
niño(a), especialmente al más indefenso y necesitado, y que el Niño-Dios y su
Santísima Madre sigan iluminando a cada una de vuestras familias, en ese camino
gratificante de formar y proteger a sus hijos con amor y sabiduría. Que esta Navidad también sea para cada uno de
nosotros el renacer a la paz y a la esperanza, porque todos hemos sido hechos a
“imagen y semejanza de Dios”.
Feliz
Navidad y que el año 2012 esté lleno de prosperidad y salud.
Lima, 21 de
diciembre de 2011.
+ Miguel Cabrejos Vidarte OFM
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+ Lino Panizza Richero OFM Cap
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Arzobispo de Trujillo
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Obispo de Carabayllo
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Presidente
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Secretario General
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