sábado, 12 de mayo de 2012


MENSAJE POR EL DÍA DE MAMÁ, EN SU DÍA.

Arzobispo: “Maternidad, maravillosa realidad que encierra el amor de Dios”

Mons. Miguel Cabrejos expresa su reconocimiento a todas las madres, en su día.

Con motivo de celebrarse este domingo el “Día de la Madre”, el arzobispo de Trujillo, monseñor Miguel Cabrejos Vidarte OFM., recuerda que la maternidad es una maravillosa realidad que encierra el misterio de la vida hecha a imagen y semejanza de Dios, “pues en el seno de una Madre se unen cuerpo y alma para una eternidad, se forma un nuevo ser con un corazón creado para amar, con una libertad capaz de elegir y con una inteligencia hecha para guiar los destinos de la humanidad”.

En tal sentido, invoca a que, unida a los regalos, vaya un profundo reconocimiento a la madre por su loable labor cotidiana en beneficio de la familia, núcleo básico de la sociedad.

“Hago llegar mi reconocimiento a todas las madres, por su especial dedicación que se traduce en  ternura, esfuerzo, generosidad, fidelidad, heroísmo y por su profunda identidad en su misión maternal y en la consolidación de la familia, célula fundamental y motor de la sociedad”, señala en la misiva el arzobispo.

En otro momento, el prelado  indica que para la educación de los niños,  la madre juega un papel de primerísimo nivel por su especial relación con el hijo de sus entrañas, sobre todo porque en los primeros años de vida, ella le ofrece aquel sentimiento de seguridad y confianza, sin el cual le sería difícil desarrollar adecuadamente su propia identidad personal.

Finalmente, monseñor Cabrejos Vidarte invoca a unir nuestras oraciones a María, nuestra Madre del cielo, para que en este día  de la festividad de la Virgen de Fátima, derrame muchas bendiciones y su especial protección sobre todas y cada una de las madres de esta querida Arquidiócesis de Trujillo y  del Perú.

MENSAJE COMPLETO

GRATITUD Y VENERACIÓN A LAS MADRES EN SU DIA
En este día tan especial me dirijo con mucho respeto y cariño a todas las madres para  expresarles  mi afectuoso saludo, pidiendo a Dios sus bendiciones  por el amor sublime, el cuidado generoso y la entrega de vida que hacen por el bien de sus hijos.

El día de la madre no debe ser motivo para ofrecer solamente un regalo o un presente; debe ser fundamentalmente, para nosotros como Iglesia,  un  perenne reconocimiento a lo importante que es la madre para la sociedad; ya que la maternidad es una maravillosa realidad que encierra el misterio de la vida hecha a imagen y semejanza de Dios, pues en el seno de una Madre se unen cuerpo y alma para una eternidad, se forma un nuevo ser con un corazón creado para amar, con una libertad capaz de elegir y con una inteligencia hecha para guiar los destinos de la humanidad.

En la educación de los niños, la madre juega un papel de primerísimo nivel por su especial relación con el hijo de sus entrañas, sobre todo porque en los primeros años de vida, ella le ofrece aquel sentimiento de seguridad y confianza, sin el cual le sería difícil desarrollar adecuadamente su propia identidad personal. La relación originaria entre madre e hijo tiene además un ineludible valor educativo en el aspecto religioso, ya que permite orientar hacia Dios la mente y el corazón del niño en la intimidad del hogar mucho antes que su formación religiosa en la escuela.

Todos sabemos que la mujer tiene los mismos derechos, los mismos deberes y la misma dignidad que el hombre, pero además tiene características especiales: la feminidad, la ternura y el cariño, ese ser mujer que la hace diferente, y algo más que la llena de orgullo, ser madre y moldear el espíritu y el alma del niño, como cooperadora de la obra creadora de Dios.

Doy gracias al Señor por este designio de amor sobre la Madre, por su especial peculiaridad que se manifiesta en  ternura, esfuerzo, generosidad, fidelidad y heroísmo; por su profunda identidad en su misión maternal y en la consolidación de la familia, célula fundamental y motor de la sociedad.

En agradecimiento a las madres, por todo el bien que realizan en su hogar y en la humanidad, invoco a María, nuestra Madre del cielo, en este día  de la festividad de la Virgen de Fátima, derrame muchas bendiciones y su especial protección sobre todas y cada una de las madres de esta querida Arquidiócesis de Trujillo y  del Perú.

¡FELIZ DÍA A TODAS MADRES!

                                                                                                             + Miguel Cabrejos Vidarte, OFM.
                                                                                                                       Arzobispo de Trujillo








No hay comentarios: